¿Qué es la enfermedad de Hashimoto?

La enfermedad de Hashimoto o tiroiditis de Hashimoto es una enfermedad autoinmune que daña la glándula tiroidea. La enfermedad de Hashimoto afecta a más mujeres que hombres. Es la causa más común de hipotiroidismo (insuficiencia tiroidea). El hipotiroidismo se puede tratar con medicamentos. Si no se trata, el hipotiroidismo puede causar problemas para quedar embarazada y problemas durante el embarazo. Entre los síntomas del hipotiroidismo se encuentran: fatiga, aumento de peso, depresión y dolor articular.

La enfermedad de Hashimoto afecta a más mujeres que hombres. Puede ocurrir mujeres jóvenes y adolescentes, pero aparece con más frecuencia entre los 40 y 60 años. La enfermedad de Hashimoto suele ser hereditaria. El riesgo de tener la enfermedad de Hashimoto es mayor si tienes otra enfermedad autoinmune, como artritis reumatoide, celiaquía, diabetes tipo 1, anemia perniciosa (anemia por deficiencia de vitamina B12) o lupus.

Es posible que no se tenga síntomas de la enfermedad de Hashimoto por años. El primer signo suele ser una tiroides agrandada, llamada bocio. El bocio puede ocasionar una hinchazón en la parte frontal del cuello. Es posible que lo sientas en la garganta o que se te dificulte tragar. Sin embargo, la mayoría de las personas no tienen síntomas, y los bocios no suelen causar dolor.

Algunas mujeres con la enfermedad de Hashimoto tienen problemas para quedar embarazadas.

La enfermedad de Hashimoto suele generar una glándula tiroidea hipoactiva (hipotiroidismo). Los síntomas de insuficiencia tiroidea incluyen sentirse cansada, sentir frío cuando otras personas no, constipación, aumento de peso y períodos menstruales más fuertes de lo normal.

¿De qué manera afecta la enfermedad de Hashimoto a las mujeres?

Las mujeres son más propensas que los hombres a sufrir la enfermedad de Hashimoto. Además, afecta a las mujeres de diferente manera que a los hombres. La mayoría de los problemas de la enfermedad de Hashimoto ocurren cuando las mujeres desarrollan hipotiroidismo. El hipotiroidismo puede generar:

  • Problemas con el ciclo menstrual: La hormona tiroidea puede afectar el ciclo menstrual. Una hormona tiroidea insuficiente puede generar ciclos o períodos menstruales irregulares más fuertes de lo normal.
  • Problemas para quedar embarazada: Los ciclos menstruales irregulares pueden dificultar que las mujeres con la enfermedad de Hashimoto queden embarazadas. Los estudios demuestran que prácticamente la mistad de las mujeres con hipotiroidismo generado por la enfermedad de Hashimoto han tenido problemas para quedar embarazadas. La mayoría de estas mujeres han recibido su diagnóstico de hipotiroidismo hace poco o no han comenzado el tratamiento todavía.
  • Problemas durante el embarazo: El sistema nervioso y el cerebro de un feto necesitan de la hormona tiroidea para desarrollarse. La enfermedad de Hashimoto no tratada o con escaso tratamiento puede generar un aborto, defectos de nacimiento u otros problemas.

¿Cómo se diagnostica la enfermedad de Hashimoto?

Si tienes síntomas de hipotiroidismo, tu médico o enfermera hará un examen y pedirá una o más pruebas. Las pruebas utilizadas para descubrir si tienes hipotiroidismo y la enfermedad de Hashimoto incluyen:

  • Prueba de funcionamiento de la tiroides: Esta prueba de sangre determina si tu cuerpo tiene la cantidad suficiente de hormona estimulante de la tiroides (TSH) y hormona tiroides. Un alto nivel de TSH es un signo de una tiroides hipoactiva. Cuando la tiroides comienza a fallar, la glándula pituitaria genera más TSH para impulsar a que la tiroides fabrique más hormona tiroidea. Cuando la tiroides dañada ya no puede mantener mantener el ritmo, los niveles de hormona tiroidea disminuyen más de lo normal.
  • Prueba de anticuerpos: La prueba de anticuerpos indica si tienes anticuerpos que sugieren la enfermedad de Hashimoto. Más de una de cada 10 personas tienen los anticuerpos, pero su tiroides funcionan normalmente. El hecho de tener solo los anticuerpos no causa hipotiroidismo.

Recuerda Que... Tu salud es lo primero. Ante cualquier señal extraña en tu cuerpo, ¡no lo dudes! Consulta a tu médico.

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