Las várices, también llamadas venas varicosas o varices, son venas hinchadas y retorcidas que se encuentran justo debajo de la piel. Habitualmente se producen en las piernas.
¿Cuáles son los síntomas?
Las várices pueden causar, entre otros, los siguientes síntomas:
- venas azuladas y abultadas
- molestias por picazón o ardor alrededor de las venas
- cambios de coloración en la piel alrededor de las venas
- hinchazón en las piernas
- dolor sordo y persistente en las piernas
- sensación de pesadez en las piernas y los pies
- calambres nocturnos en las piernas
En ocasiones, las várices pueden limitar su actividad. Los síntomas pueden empeorar al permanecer sentado o de pie durante períodos prolongados, y pueden mejorar cuando se acuesta o eleva los pies.
¿Cuáles son las causas de las várices?
Las várices son una afección común provocada por paredes y válvulas venosas débiles o dañadas. Las venas tienen válvulas unidireccionales en su interior que se abren y cierran para que la sangre siga fluyendo hacia el corazón. Las válvulas y paredes venosas débiles o dañadas pueden hacer que la sangre se acumule o incluso que fluya en dirección contraria. Esto se llama reflujo. Las venas pueden aumentar de tamaño y deformarse, lo que provoca la aparición de várices. Aprenda más acerca de cómo funciona el corazón y cómo fluye la sangre desde y hacia el corazón.
Se pueden formar várices por cualquier aumento de presión dentro de las venas. Esto puede ocurrir por la edad, por un embarazo, por sobrepeso y obesidad, por permanecer sentado o de pie durante períodos prolongados o por un estilo de vida inactivo. El riesgo puede ser mayor si tiene antecedentes familiares de várices.
¿Cómo se tratan las várices?
Según la gravedad de los síntomas, su proveedor de atención médica podría recomendarle una combinación de tratamientos y medidas preventivas. Tenga presente que pueden formarse várices nuevas incluso después del tratamiento y que es posible que necesite recibir tratamiento más de una vez.